domingo, 2 de julio de 2017

Vuelvo a empezar


Rescato los clavos de tus cruces para colgar cuadros decentes
que pueblen con pudor la desnudez de los recuerdos que nos separan
porque tú buscaste abrigo

en la distancia 
 

Blindo con arena mi corazón y sus deslices al anuncio de la tormenta;
al asomo de la ola salvaje de la rabia y con

tu perdón

al levantarse inmutable la marea de las certezas.


Tatúo en mi casa mandalas de amor caribe
con el azul tesalónica que sembraste y

aún florece

en la cabeza de la gorgona que renunció a convertirme en piedra.


Pierdo miserable el pulso con la carne y reverdece la mandrágora

en mis universos

y me alzo del ansia para ser hambre
para ser ausencia, para ser dolor.


Es la luz... en el sueño, en la ilusión
es tu casa... en la mía, en la nada

y me voy
 
Huyo de mi y me dejo atrás para encontrarme
sin confusión, sin muletas, sin tiempo ya.


Y vuelvo a empezar.


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