lunes, 29 de diciembre de 2014

Te busco...

"Al cielo una mirada larga
buscando un poco de mi vida
..."


Se abren las nubes por fin.

La noche se templa dejando de lado los velos y vuelve a ser caribe, ese primer aliento cálido, ese viento árido que cruza el océano desde África envía un adelanto anunciando que pronto barrerá estas costas y sin miramientos empuja y disuelve las nubes como si fuesen de espuma. El cielo ahora gotea estrellas que se van abriendo como ojos que nos miran desde el pasado pulsando luces que tal vez ya no estén mas. Son pequeñas velas que noche a noche se mantienen tercamente encendidas para que podamos hallar el camino de regreso a la memoria sin perdernos, para que podamos recogernos en nosotros mismos mientras nuestra alma hace el recuento de sus rasguños y sus heridas. Reconozco a Orión, furtivo tras los últimos jirones rebeldes de las nubes ya en desbandada, siempre al acecho, cazando rebaños de sueños, los míos y los de otros. En mi pie su huella delatora, en mis ojos su camino; a él elevo mi pregunta pero esta noche no responde distraido tras los pasos de esa luna enorme que sin rubor llena ya el cielo y que por fin muestra su rostro dibujando en las olas una senda imposible de luz hasta la arena de la orilla.

El murmullo pertinaz de la suave lluvia contra las grandes hojas del patio enmudece poco a poco dejando paso al croar de las pequeñas ranas y al reclamo de los grillos, a la caricia áspera de las palmas en la playa y al rumor de las pequeñas ondas del mar resbalando por entre los guijarros de la orilla poblada de conchas y cangrejos. Algunas gotas caen aun del tejado sobre el riqui-riqui haciendo el contrapunto, toc-toc-toc, a los golpes que se dan pequeños insectos testarudos contra la única lámpara de la pequeña terraza.

Suaves ráfagas de viento traen hasta mi retazos de música; reconozco la canción, tú la cantabas muy bajito aquí mismo, mientras nos mecíamos lentamente en el chinchorro viendo al sol ambarino disolverse en naranjas, rojos y rosados en su tránsito hacia el abismo del horizonte; embarcados en el suspiro diario de piernas, manos y pieles ocupando su lugar exacto en la historia de los días registrada en esta trama de nudos que cada tarde encontraba la manera de amoldarse a nuestro abrazo.

"...te busco volando en el cielo
el viento te ha llevado
como un pañuelo viejo
..."


Miro el chinchorro aquí atrás, recogido, anudado a las cabuyas, descolorido de sol y sudor, lacio y desamparado en el olvido que dejó tu ausencia. Sobre los tablones de esta mesa las marcas de mil años de sal y mil vasos de whisky, las quemaduras de cigarrillos mal puestos y los infinitos agujeritos de la carcoma; granos de arena en las juntas y las grietas y la pintura que parece otro recuerdo que rabioso se resiste a desaparecer del todo aferrándose a la reseca fibra como tu perfume se aferró a mi nariz y tu voz al fondo de mis caracolas.

Quise recordar como bailar esa canción mientras aun llovía, despacio, como me enseñaste pero no tenía nada a que asirme y me dió vértigo, ahora sentado y escurriendo aun las últimas lágrimas del cielo cierro los ojos y lo vuelvo a intentar desde mi banqueta con los pies en la baranda, la botella apoyada en la cadera y el vaso en el pecho... de lado a lado muy despacio y ... ni siquiera así, ni siquiera ese amago... sin tu risa y tu paciencia no es lo mismo. Bajo los pies al suelo y alzo los ojos al cielo; recorro sus rincones y te busco en los destellos. Por enésima vez miro la playa y sus sombras de punta a punta; allá lejos, por detrás del morro el fulgor irreverente de la ciudad por donde tal vez te marchaste un día, al otro extremo comienza a anunciarse para mí otro día.

"...y no hago mas que rebuscar
paisajes conocidos
..."


Las estrellas se van haciendo mas pálidas; la luna hace tiempo se lavó la luz en las olas dejando tras de si la postrera oscuridad de una noche que ya va en retirada, pronto los pájaros tomarán el relevo a los grillos y las ranas y la botella estará vacía otra vez. Amanecerá el Caribe de nuevo con sus fulgores y sus miserias y yo volveré a la faena pendiente de no borrar tus huellas...

"...huellas y sombras que se pierden
la suerte no vino conmigo
..."
 


Porque aun te busco...

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El texto en cursiva corresponde a fragmentos de la canción "Te Busco" de Victor Victor, pueden oirla en este enlace cantada por Celia Cruz.
https://www.youtube.com/watch?v=DuYqAPIN88I 

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